La novela psicológica suele ubicarse dentro de la novela de corte realista.
Los hechos que refiere, generalmente, pueden darse o haberse dado en el mundo
que conocemos.
Se caracteriza por la
proyección psicológica de los personajes, la recreación de sus motivos y
circunstancias y la descripción sensorial de sus estados de
ánimo, pasiones y conflictos psicológicos. Lo cual es más importante que la
narración de los hechos. Sensorialidad: cinco sentidos
y dos sentidos internos (recuerdos e imaginación).
No se
relata simplemente lo que ocurre, sino que también se refiere su porqué y su para qué. Emplea recursos como el monólogo interior, el soliloquio, el fluir de conciencia (artículos 25 y 26), los flashbacks, las cartas y los diarios
íntimos.
En España se cultiva dentro del realismo decimonónico, cuyos
representantes más firmes son Benito Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán.
A continuación, vamos a citar
un ejemplo de la novela psicológica:
El túnel (Ernesto Sábato [1948]).
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