Escritura del primer borrador
Tras haber asimilado la información de las fichas que
conforman la preescritura de nuestra novela, procederemos a realizar el primer
borrador. Esta es una etapa de
eclosión creativa: escribiremos sin detenciones, sin retroceder para corregir.
Empezaremos a tener en cuenta los
tres niveles narrativos (voz narradora, actividad mental [artículos 25 y 26] y diálogo), la gestión de la información y las pautas estilísticas.
Es frecuente que terminemos escribiendo algo distinto a
lo que habíamos planificado.
Atención: Si efectuamos cambios, han de ser
lógicos y coherentes.
Cuando nos adentramos en la ejecución de un proceso
creativo o nos erigimos en receptores de una obra artística, se produce una
suspensión parcial y temporal de la realidad que nos circunda.
A la hora de escribir el primer borrador, nos sumergiremos en la frecuencia creativa.
Inmersión en la frecuencia creativa:
Inmersión en la frecuencia creativa:
1. Dejaremos de ser nosotros para ser nuestros personajes.
2. Abandonaremos nuestra casa o cualquiera que sea nuestro lugar de trabajo
para adentrarnos en las coordenadas espaciales, temporales y sensoriales de nuestro argumento.
3. Estaremos enamorados de nuestros personajes (aunque sean psicópatas)
y de nuestro argumento (aunque tenga un final desolador).
4. Lidiaremos con el enemigo
interno, esa vocecita que nos comunica que no seremos capaces
de llevar a cabo cada nueva empresa a la que nos enfrentamos.
5. Nos desharemos de la máscara
del escritor, ya que escribir bien no significa hacer gala de un estilo
ampuloso. Escribir bien significa expresar lo que deseamos transmitir mediante
los principios de la economía lingüística (que no significa hacer uso de un
estilo telegráfico), la precisión léxica, la belleza y las opciones estilísticas medidas al milímetro.
6. Además, combatiremos el
perfeccionismo. El perfeccionismo solo conduce a la parálisis. No
podemos obsesionarnos con escribir una novela perfecta, puesto que la perfección
está excluida de la condición humana; sin embargo, intentaremos escribir la
mejor novela que seamos capaces.
7. No escribiremos y corregiremos simultáneamente
el primer borrador. Si lo hacemos, lo único que
conseguiremos será bloquearnos.
8. Y, por último, haremos frente a la obsesión, a la ansiedad
que genera el hecho de enfrentarnos a un proceso creativo y al exceso de planificación.
El enemigo interno, la máscara del escritor, el
perfeccionismo, la escritura y corrección simultánea del primer borrador, la
obsesión, la ansiedad y el exceso de planificación no permiten que la
creatividad fluya. Son los «fantasmas» del escritor. Si dejamos
que nos dominen, jamás podremos finalizar nuestro proyecto.
Nota: La frecuencia creativa es una actitud, una actitud artística.
Claves para ejecutar el primer borrador:
1. Leeremos lo que escribimos el día anterior.
2. Realizaremos cada día un esquema de cinco o seis líneas con lo que vamos a
escribir, después ese esquema se transformará en varias páginas.
3. Tendremos en cuenta dónde se halla el punto de vista.
4. Visualizaremos de modo cinematográfico la
escena a narrar (lo que se ve y se oye) y añadiremos el resto de sentidos pertinente, si no estamos
trabajando un punto de vista neutro. Tras esta visualización exhaustiva, hasta el más mínimo
detalle, solo escribiremos lo que posea un porqué y una
justificación.
Todo lo que hemos desechado, pese a que lo «hayamos sentido», forma parte del subtexto. Según Hemingway: el
subtexto constituye el 80 % de una novela.
5. Trabajaremos los resortes dramáticos, las expectativas y las expectativas falsas; además de las contextualizaciones y los
detalles. Siempre habrá alguna expectativa abierta, pero no
abriremos expectativas en cada escena.
Nos detendremos en descripciones, anécdotas, reflexiones,
digresiones, recuerdos (con un porqué y una justificación), etc., tras haber abierto
una expectativa o cerrado un obstáculo.
6. Si nos bloqueamos: nos aseguraremos de que ninguno de
nuestros «fantasmas» nos está saboteando, revisaremos las fichas de la
preescritura, preguntaremos a nuestros personajes, releeremos pasajes de novelas que nos conmuevan, etc.
7. Escribiremos todos los días y al dar por
concluida nuestra tarea, aún habremos de estar inspirados.
8. Dejaremos un párrafo inacabado para que al día siguiente nos resulte más fácil retomar nuestro proyecto.
¡Ya sabemos cómo enfrentarnos a nuestro
primer borrador!
No hay comentarios:
Publicar un comentario