39. Qué es el bloqueo y cómo evitarlo


El bloqueo creativo supone una situación transitoria de «esterilidad» artística, motivo por el cual necesitamos saber:
¿Qué es?
¿Por qué se produce?
Clases
Herramientas para combatirlo


¿Qué es?

El bloqueo creativo consiste en la incapacidad momentánea para crear. Hemos de repetir que es momentánea y que es común a todos los artistas, cualquiera que sea su disciplina. Bajo ningún concepto nos angustiaremos, pues pronto pasará.

¡Menos mal!


¿Por qué se produce?

Solemos bloquearnos a causa de alguna de las situaciones que vamos a enumerar a continuación:

Estamos cansados

Si estamos cansados, no nos forzaremos a escribir.

No estamos en la frecuencia creativa (trance o actitud artística) 

Cuando nos sentamos a escribir, dejamos de ser nosotros (metafóricamente) para ser nuestros personajes. También dejamos de estar en nuestro salón, habitación, etc., para adentrarnos en el contexto imaginario que estamos recreando. Si no conseguimos esto, no podremos dar rienda suelta a la creatividad.

Alguno de los «enemigos» o «fantasmas» del escritor está entorpeciendo nuestro trabajo

A continuación, señalaremos los «enemigos» o «fantasmas» que frecuentemente nos acucian:

El crítico interno

El crítico interno es esa voz interior que, de manera continua, nos dice que no seremos capaces de llevar a cabo cualquier actividad nueva. Como forma parte de nosotros, lo mejor será que nos aliemos con él. Le escucharemos porque habla de nuestros puntos débiles; sin embargo, no permitiremos que nos paralice.

Contra el crítico interno estableceremos hábitos graduales y meditaremos.

Hábitos graduales: Al incorporar una actividad nueva a nuestra rutina, lo haremos de modo escalonado y aumentaremos su intensidad cada veintiún días. El cerebro asociará esta actividad a su zona de confort y no nos saboteará cuando nos dispongamos a realizarla.

Meditación: La meditación consiste en dejar la mente en blanco; es decir, desconectaremos ese diálogo que, sin interrupción, mantenemos con nosotros mismos. Diálogo en el que interviene nuestro crítico interno (el que nos recuerda a todas horas que no podemos). Como dejar la mente en blanco es difícil, empezaremos con dos o tres segundos e iremos aumentando el tiempo cada veintiún días.

El perfeccionismo

El perfeccionismo nos conduce a la parálisis creativa y vital. Una técnica, casi infalible, contra él es la planificación. En vez de pasar horas y horas corrigiendo un párrafo en fase del primer borrador: ¿por qué no pasamos horas y horas planificando? Quizá así podamos dar por concluido algún trabajo.

Cuidado: El exceso de planificación es nocivo e impide que la creatividad fluya.

A causa del perfeccionismo, eliminamos el trabajo realizado y empezamos desde cero una y otra vez; por lo que no nos permite finalizar ningún proyecto. No tenemos que escribir una novela perfecta. Escribiremos la mejor novela que podamos sin obsesionarnos y disfrutando.

La máscara del escritor

El estilo literario actual se caracteriza por la sencillez y la concisión. El mundo está cansado de retóricas huecas. Si en vez de decir que Ana tenía una sonrisa preciosa, decimos que La sonrisa de Ana iluminó como un sol de primavera la oscuridad de mi alma errante. Es posible que estemos escribiendo bajo la presión de la máscara del escritor.

Escribir bien no significa hacer gala de un estilo artificioso. Escribir bien significa referir ideas muy elaboradas, coherentes y profundas con sencillez. La máscara del escritor aparece cuando intentamos «hacernos los artistas». En consecuencia, relataremos lo que deseamos expresar con claridad y con nuestras propias palabras; lo cual nos ahorrará tiempo y escritura innecesaria.

El mejor estilo es aquel que materializa las ideas con las palabras precisas.

El qué dirán

No debemos tener miedo de manifestar lo que «llevamos dentro», no ha de importarnos que el lector piense que nos ha ocurrido. Plasmaremos ideas profundas y que nos enamoren mediante un argumento bien estructurado, y dejaremos que el lector especule acerca de si son vivencias autobiográficas o no.

El miedo a hacerlo mal

Siempre que comenzamos una nueva actividad, cometemos errores. Lo mismo pasa con la literatura. Nuestros primeros relatos y novelas puede que sean muy malos. No importa, seguiremos practicando hasta obtener el estilo deseado.

El creer que lo hacemos mal

Un exceso de inseguridad puede conducirnos a un estancamiento en el desarrollo de nuestro potencial creativo. Si hacemos algo mal y conseguimos comprender el error, habremos aprendido muchísimo; pues no hay mayor aprendizaje que el obtenido a través de la experiencia propia.

El creer que estamos listos para ganar el Nobel de Literatura

Un exceso de seguridad puede conducirnos a un estancamiento en el desarrollo de nuestro potencial creativo. La altivez suele cegarnos. En este caso no podremos determinar y atajar nuestros errores.

El desconocimiento del argumento

Si desconocemos las peripecias y aventuras que vivirán nuestros personajes: ¿cómo vamos a escribir nuestra novela?

El desconocimiento de los personajes

Si desconocemos a nuestros personajes, sus motivos, pulsiones, pasado, objetivos, etc.: ¿cómo vamos a escribir nuestra novela?

No estamo«enamorados» de nuestro argumento

Si no «sentimos» nuestro argumento: ¿cómo vamos a escribirlo?

No estamos «enamorados» de nuestros personajes

Si no logramos «empatizar», «enamorarnos», «sentir» y «vivir» las vidas de nuestros personajes: ¿cómo vamos a escribir nuestra novela?

No hemos conseguido adentrarnos en la frecuencia creativa

Si no conseguimos (metafóricamente) dejar de ser nosotros para ser nuestros personajes. Si no logramos sumergirnos en el contexto imaginario que hemos creado: ¿cómo vamos a escribir nuestra novela? Nuestros problemas y preocupaciones quedarán apartados durante el proceso creador (los platos sucios pueden esperar).

Al entrar en la frecuencia creativa, el transcurrir de las horas será frenético. Cada uno de nosotros tiene que hallar la manera de ingresar en ella (meditación, ejercicio moderado, música relajante, rock, oscuridad, silencio, etc.). Ya que el hecho de zambullirnos en el trance artístico no llega de la nada.

La frecuencia creativa es una cuestión a la que no damos importancia al principio. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a la hoja en blanco y las palabras no fluyen: ¿qué ocurre entonces?

Estamos obsesionados con nuestra novela y somos incapaces de desconectar

Si no desconectamos de ella diariamente, caeremos en la obsesión y no conseguiremos finalizarla.


Por último, señalaremos que estos «enemigos» operan desde el subconsciente y suelen actuar en compañía. Por lo tanto, es frecuente que nuestra creación se vea obstruida (de modo simultáneo) por el crítico interno, el perfeccionista, la máscara del escritor, el miedo a hacerlo mal y la obsesión. Ellos nos empujarán a escribir y corregir al mismo tiempo nuestro primer borrador en un marco muy lejano al de la frecuencia creativa.

Al conocer esta situación, buscaremos los mecanismos para zanjarla.


Clases

Antes de la preescritura

El bloqueo puede aparecer incluso antes de la preescritura. Sentimos la necesidad de escribir, pero no sabemos de qué. Además, desconocemos las técnicas que facilitan la inspiración y carecemos de un método eficaz de trabajo. Por consiguiente, nos enfadamos con nosotros mismos y, bajo este estado de frustración, comenzamos a escribir lo que no será nada.

Durante la preescritura

El bloqueo también nos puede molestar durante la preescritura. Nos atascamos en alguno de sus puntos. No sabemos cómo otorgar coherencia y verosimilitud a alguna parte del argumento.

Durante la redacción del primer borrador

El bloqueo también puede hacer acto de presencia mientras redactamos el primer borradorCuando esto ocurre es porque estamos escribiendo y corrigiendo a la vez. Puede darse el caso de que corrijamos durante horas un párrafo que en fase de reescritura o revisiones eliminaremos.

Durante las correcciones

El bloqueo también nos puede fastidiar durante la fase de correcciones. No damos con la oración adecuada, nos falta un adjetivo, no sabemos cómo expresar físicamente una emoción, no sabemos cómo modificar un diálogo poco natural, etc.

¿Es que no va a dejarnos tranquilos?



Herramientas para combatirlo

Por suerte, hay técnicas altamente eficaces que nos ayudan a combatir el bloqueo creativo. Estas técnicas se dividen en dos grupos: técnicas internas y técnicas externas.

Técnicas internas o de acercamiento

Comprobaremos que no estamos escribiendo y corrigiendo simultáneamente el primer borrador.

Comprobaremos que no nos hemos «descarriado» de la frecuencia creativa.

Comprobaremos que ningún «fantasma» está obstaculizando nuestro trabajo.

Revisaremos las tramas.

Formularemos preguntas a nuestros personajes, esta es una de las mejores técnicas para superar el bloqueo.

Técnicas externas o de alejamiento

Si con ninguna de las técnicas internas conseguimos desbloquearnos: lo mejor será que desconectemos. Daremos un paseo, veremos una película (que nos resulte inspiradora), leeremos un poema (que nos transmita alguna sensación), llamaremos a un amigo, leeremos una novela (que nos conmueva) o simplemente dormiremos. De cualquier forma, nuestro cerebro seguirá trabajando a nivel no consciente sobre nuestro proceso creativo.


¡Ya sabemos cómo hacer frente al bloqueo creativo!


Y en el próximo artículo empezaremos a proponer un posible método de trabajo.

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