21. El alma de la novela


El alma de nuestra novela son aquellos contenidos que expresamos implícitamente mediante el desarrollo argumental. Es lo realmente importante; sin embargo, necesita un argumento que la sustente. Sin el argumento el alma no es nada.

Si nuestro argumento está bien elaborado estructuralmente, pero carece de alma: el resultado será una novela «hueca». Ese tipo de novelas que nos hacen pasar un buen rato; no obstante, no resuenan en nosotros, no nos dejan huella y las olvidamos con facilidad. No nos han transmitido ningún mensaje que conecte con nuestra esencia humana particular (la que solo nos pertenece a nosotros) ni general (la que compartimos con el resto de los seres humanos).

Al fin y al cabo, la función de una novela consiste en plasmar lo universal de manera particular. Interpreta estética, poética y lúdicamente un fragmento de realidad que critica y trasciende, e invita a una reflexión sobre la condición humana. Así, podemos trazar la cadena de acción de un hombre que se enfrenta a un cáncer. Este tema conectará con cada lector. Algunos habrán sufrido y superado esta enfermedad, otros conocerán a alguien que la haya padecido o esté padeciendo, otros la identificarán con sus sufrimientos, etc. 

Jamás mencionaremos de manera explícita ninguno de los componentes configuradores del alma de nuestra novela. Los recrearemos sutilmente a través del actuar (nivel narrativo 1 o voz narradora), pensar (nivel narrativo 2 o actividad mental) y decir (nivel narrativo 3 o diálogo) de los personajes.

A continuación, vamos a desglosar los elementos que la constituyen:


Mensaje

Antes de empezar a preparar nuestro argumento, sería conveniente que reflexionáramos acerca del tipo de mensaje que deseamos transmitir. Aunque puede surgir una vez que hayamos elaborado la preescritura o cuando hayamos finalizado el primer borrador. No importa.

Necesitaremos un mensaje sencillo y potente que resuene en nuestra esencia; por ejemplo, en esta vida no se puede hacer planes, ya que casi siempre algo los frustra. Las cadenas de acción, los obstáculos de cada cadena de acción, las minitramas y las anécdotas tendrán como misión recrear este mensaje sin mencionarlo.


Idea

La idea supone una síntesis de la cadena de acción del protagonista. Por ejemplo; el comportamiento errático de una madre divorciada, causado por desajustes químicos y un pasado doloroso, que culmina en un proceso autodestructivo.


Tema principal

Es muy importante que reflexionemos y tengamos claro el tema principal sobre el que va a girar nuestro argumento. Si pretendemos encontrar un tema que nunca haya sido tratado en literatura, lo tenemos muy difícil. Todos los temas ya han sido trabajados, con mayor o menor fortuna, con mayor o menor frecuencia. Y podríamos decir que, incluso, desde antes de Homero. Así que daremos una vuelta de tuerca lógica y coherente al tema que pretendamos manejar. La originalidad en literatura no consiste más que en tratar un tema (que ya fue trabajado antes y que será trabajado después) desde una perspectiva diferente: la propia de cada autor.

El tema principal puede coincidir con algún resorte dramático.


Temas secundarios

Una vez que tengamos claro nuestro tema principal, trabajaremos los secundarios. Estos circularán en torno al principal. Los resortes dramáticos que no conformen el tema principal pueden constituir temas secundarios.


Miedos, deseos, vicios, virtudes atemporales a la condición humana

Mediante el actuar, pensar y decir de los personajes escarbaremos en los miedos, deseos, vicios,virtudes esenciales y atemporales de la condición humana.

Ejemplos:
Miedo a la muerte.
Deseo de ser admirados tras la muerte.
Vicio de la lujuria.
Virtud de la prudencia.


Miedos, deseos, vicios, virtudes propios de los personajes dentro del contexto imaginario recreado

Mediante el actuar, pensar y decir de los personajes también escarbaremos en los miedos, deseos, vicios, virtudes de los personajes. Por ejemplo, si la empresa en la que trabaja nuestro protagonista entra en crisis: él tendrá miedo de ser despedido.

Realizaremos esto pese a que nuestros personajes sean tazas, gatos, marcianos o vampiros. Siempre estarán psíquicamente humanizados y disfrutarán de proyección psicológica.


Necesidades psíquicas esenciales y atemporales del ser humano

Necesidad de seguridad, aventura, pertenencia a un grupo, ser amado y admirado. Las recrearemos implícitamente a través del actuar, pensar y decir de los personajes.


Lecturas

Mediante el actuarpensardecir de los personajes recrearemos, sin mencionarlas explícitamente, las lecturas que creamos oportunas (y que mejor se atengan a la naturaleza de nuestro argumento).

Lecturas: social, moral, ética, filosófica, existencial, religiosa, económica, política, etc.


Crítica velada de la realidad

Nuestra novela contendrá una mínima dosis de crítica velada de la realidad, que interpreta y trasciende. Esta crítica debe provocar una reflexión en el lector.


Para terminar este artículo, vamos a proponer un ejercicio. El ejercicio consiste en analizar el alma de la próxima novela que leamosUna novela recomendable para ello es La oscura historia de la prima Montse (Juan Marsé). Su argumento es sencillo, refiere un trágico amor entre una joven de clase social alta y un expresidiario. A lo largo de esta obra, el autor lleva a cabo una radiografía crítica de la burguesía catalana de los años sesenta.



¡Ya sabemos en qué consiste el alma de una novela!


Y en el próximo artículo vamos reflexionar acerca de la estructura externa de nuestra novela.


No hay comentarios:

Publicar un comentario