35. El estilo II


En este artículo trataremos los siguientes aspectos:
1. Lugares comunes
2. Específico y genérico
3. Abstracciones
4. Sustantivos abstractos
5. Adjetivos
6. Adverbios
7. Conjunciones


1. Lugares comunes

Los lugares comunes están constituidos por las frases hechas y expresiones que utilizamos de manera habitual (llover a cántaros, dar gato por liebre, quedarse de piedra). Los evitaremos al utilizar la voz del narrador en sentido estricto, en este caso efectuaremos variaciones (llorar a cántaros, dar perro por liebre, quedarse de mármol). Ahora bien, son admisibles cuando los personajes hablen o piensen; no obstante, haremos uso de ellos con sumo cuidado.


2. Específico y genérico

De manera general, preferiremos específico a genérico y jamás los utilizaremos simultáneamente para referirnos a una misma noción; sin embargo, a veces el genérico también será necesario.

Ejemplo con genérico:
Se escondió detrás de los árboles.

Ejemplo mejorado con específico:
Se escondió detrás de las encinas.

Ejemplo con genérico:
Cantaban los pájaros.

Ejemplo mejorado con específico:
Cantaban los gorriones.

Ejemplo con genérico:
Aparcó el coche.

Ejemplo mejorado con específico:
Aparcó el Golf.

Ejemplos erróneos con genérico y específico:
Adquirió un coche de color negro.
Tomó una cerveza San Miguel.

Ejemplos corregidos:
Adquirió un coche negro.
Tomó una San Miguel.

Ejemplo con específico:
Los transeúntes caminaban por la Gran Vía.

Ejemplo mejorado con genérico:
La gente caminaba por la Gran Vía.

Como vemos, las «normas» en literatura no pueden tomarse al pie de la letra.


3. Abstracciones

Si una abstracción admite recreación física, no la mencionaremos. ¿Qué forma física tienen las abstracciones?

Ejemplo de abstracción:
Juan estaba enfadado.

Ejemplo de recreación física, de abstracción «en acción»:
Juan estampó su puño contra la pared.

Ejemplo erróneo de abstracción y su recreación:
Juan estaba enfadado y estampó su puño contra la pared.

Ojo:  Mantendremos las abstracciones si suponen el modo más rápido de llegar a la mente del lector. Por ejemplo, en la oración Juan cayó como un borracho; no tiene mucho sentido que la concreticemos.

La recreación física de las abstracciones genera imágenes, lo cual es muy importante en la descripción de la voz narradora. Estas imágenes tendrán un porqué, lo más recomendable es que incidan en el avance argumental.

Ejemplo erróneo:
Carlota estaba tan triste desde que Martín la había abandonado que se pasaba el día llorando por los rincones como un alma en pena.

En este ejemplo hemos mencionado una abstracción (triste) y la hemos recreado físicamente mediante dos lugares comunes (llorando por los rincones como un alma en pena).

Ejemplo corregido:
Carlota vagaba por aquella ciudad de ojos lánguidos tras el abandono de Martín.


4. Sustantivos abstractos

A. Suprimiremos los sustantivos abstractos deducibles por contexto.

Ejemplo:
Al recibir el premio, sus ojos brillaron de alegría.

Ejemplo mejorado:
Al recibir el premio, sus ojos resplandecieron.

B. Cuando un sustantivo abstracto admita una recreación física, la efectuaremos y lo elidiremos.

Ejemplo:
Miguel tuvo que soportar el malhumor burocrático.

Ejemplo mejorado:
Miguel tuvo que soportar las interminables colas, las caras macilentas de los funcionarios y las montañas de impresos E416, H51, J180.

C. Evitaremos utilizar sustantivos abstractos seguidos o muy próximos.

Ejemplo:
Su mirada contenía tristeza, sarcasmo y locura.

Ejemplo mejorado:
En su mirada sarcástica bullían las lágrimas del futuro.


5. Adjetivos

A. Suprimiremos los adjetivos que repiten información contenida en los sustantivos a los que acompañan.

Ejemplo:
Aquellos gritos agudos atravesaron mis tímpanos.

Ejemplo mejorado:
Aquellos gritos atravesaron mis tímpanos.

B. Suprimiremos los adjetivos deducibles por contexto.

Ejemplo:
Su marido y los niños todavía no habían llegado. Silencio cristalino. La casa, en orden. Preparó café: aspiró y sonrió complacida.

Ejemplo mejorado:
Su marido y los niños todavía no habían llegado. Silencio cristalino. La casa, en orden. Preparó café: aspiró y sonrió.

C. Cuando un adjetivo admita una recreación física, la efectuaremos y lo elidiremos.

Ejemplo:
El viaje resultó muy incómodo.

Ejemplo mejorado:
Llegué muerta de frío y con las piernas entumecidas debido al espacio diminuto que separaba mi asiento del anterior.

D. Evitaremos utilizar más de dos adjetivos seguidos o muy próximos.

Ejemplo:
Me miró y en sus ojos descubrí una tristeza azul, tibia y pegajosa.

Ejemplo mejorado:
Me miró y en sus ojos descubrí una tristeza pegajosa.

Según Vicente Huidobro: «El adjetivo, cuando no da vida, mata».


6. Adverbios

A. Suprimiremos los adverbios que repitan información contenida en el verbo al que acompañan.

Ejemplo:
Observó atentamente.

Ejemplo mejorado:
Observó.

Ejemplo mejorado:
Observó muy atentamente.

Se trata de un pleonasmo enfático, el cual es correcto.

B. Tendremos cuidado con los adverbios terminados en -mente. Multiplicaremos su computo por cien y lo dividiremos entre las palabras totales del texto. El resultado debe ser de 0,4 o inferior.


7. Conjunciones

Crearemos textos con párrafos breves y de diferentes longitudes. Las oraciones que los conforman no contendrán más de treinta y cinco palabras. Esto es, no escribiremos más de treinta y cinco palabras entre punto y seguido y punto y seguido. Al construir oraciones muy largas, la atención del lector se dispersa. El uso de conjunciones, sobre todo subordinantes, incide en la creación de oraciones con más palabras de las convenientes; así, podríamos sustituir algunas conjunciones por puntos.

Nota: La longitud de las oraciones en el seno de un párrafo ha de ser variable dentro de la brevedad. De este modo obtendremos un estilo ágil sin que el lector se pierda.

A continuación, vamos a recrear un ejemplo extraído del programa 21. «Cómo abreviar frases kilométricas», Marcelo di Marco. Taller de corte y corrección:
Cuando bajé la vista y descubrí, siete pisos abajo, el desfile de iguanodontes, triceratopos y hadrosaurios montados por jinetes con montura y todo, que iba a lo largo de la avenida Córdoba en sentido contrario al del tránsito, recordé las estupideces de Asmodái Synodái sobre el infierno y el paraíso y la música que debía retumbar en aquellos sitios. «Ni siquiera en el infierno se cantaría con tanta belleza», había dicho el enano.

Ejemplo mejorado:
Bajé la vista y descubrí, siete pisos abajo, el desfile de iguanodontes, triceratopos y hadrosaurios montados por jinetes con montura y todo. Iba a lo largo de la Avenida Córdoba en sentido contrario al del tránsito. Recordé entonces las estupideces de Asmodái Synodái sobre el infierno y el paraíso y la música que debía retumbar en aquellos sitios. «Ni siquiera en el infierno se cantaría con tanta belleza», había dicho el enano.


¡Ya conocemos muchas pautas estilísticas!


Y en el próximo artículo vamos a finalizar este tema.


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