La novela de aprendizaje, formación o bildungsroman suele ubicarse dentro de la novela de corte realista.
Los hechos que refiere, generalmente, pueden darse o haberse dado en el mundo
que conocemos. Muestra la evolución física y
mental de un personaje a través de los años. También es factible que dicha
evolución ocurra en muy poco tiempo debido a unas intensas experiencias vitales
y emocionales.
Contiene rasgos de la novela filosófica y resulta plausible situar su embrión
en el Renacimiento. Su origen se hallaría en la novela picaresca; por ejemplo, Lázaro
(protagonista de El Lazarillo de Tormes [1554]) aprende a defenderse en la
vida tras sufrir el abuso de distintos amos.
Muchas de las grandes novelas
de los siglos xix y xx, sin ser estrictamente novelas de formación,
comparten alguna de sus características. Por ejemplo, En busca del tiempo perdido (Marcel Proust [1913‑1927]) o La montaña mágica (Thomas Mann [1924]). Bajo las ruedas (Hermann Hesse [1906]) es una novela de aprendizaje
en sentido pleno.
A pesar de que el
bildungsroman parece haber perdido peso desde la segunda mitad del siglo xx, muchos de sus elementos perviven
en novelas como El guardián entre el
centeno (Jerome David Salinger [1951]).
La sombra del viento (Carlos Ruiz Zafón [2001]) narra el tránsito de la
infancia a la madurez de Daniel Sempere a través del amor a los libros. Podría
ser considerada una novela de formación del siglo xxi.
A continuación, vamos a citar
dos ejemplos de bildungsroman:
Los años de aprendizaje
de Wilhelm Meister (Johann Wolfgang von Goethe [1795]).
Retrato del artista adolescente (James Joyce [1916]).
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