32. El efecto Rashomon y el contraste


El efecto Rashomon y el contraste suponen técnicas o recursos narrativos. Si vamos a trabajar alguno de ellos: lo emplearemos en la voz narradora, actividad mental  (artículos 25 y 26) o diálogoEl efecto Rashomon y el contraste deben incidir en el avance argumental.

Los referiremos desde el punto de vista pertinente.


Efecto Rashomon

El efecto Rashomon consiste en la revisión de un hecho desde diferentes perspectivas. Todas las interpretaciones serán verdaderas y complementarias. Su nombre procede de la película Rashomon (Akira Kurosawa [1950]). Podríamos tenerlo en cuenta si escribiéramos un thriller psicológico o una novela policíaca. Cuidaremos los puntos de vista a la hora de trabajarlo (un punto de vista por escena) y respetaremos la actividad mental asignada a cada personaje con punto de vista en tercera persona.

Como ejemplo de novela que contiene este recurso, citaremos Rosaura a las diez (Marco Denevi).

Los cuatro evangelios del Nuevo Testamento suponen otro curioso ejemplo de efecto Rashomon. San Mateo, san Marcos, san Lucas y san Juan relatan la vida y el ministerio de Jesucristo.


Contraste

El contraste consiste en una descripción externa e interna de dos personajes antagónicos y esenciales para el avance del argumento, o por lo menos uno de ellos. Potenciaremos los aspectos que más los diferencien.

Como ejemplo de novela que contiene este recurso, citaremos La oscura historia de la prima Montse (Juan Marsé). En esta novela el autor compara los aspectos físicos y de carácter de las hermanas Claramunt: Montse y Nuria.

El ejemplo paradigmático de la técnica del contraste en la literatura española lo hallamos en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Cervantes la cultiva de modo magistral al describir a don Quijote y a Sancho.


¡Ya sabemos cómo materializar el efecto Rashomon y el contraste!


Y en el próximo artículo vamos a reflexionar acerca de la gestión de la información.



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