La novela negra suele ubicarse dentro de la novela de corte realista.
Los hechos que refiere, generalmente, pueden darse o haberse dado en el mundo
que conocemos.
Se centra en la resolución de
un crimen, aunque no supone su principal objetivo. Su análisis pasa a un segundo
plano y se erige en el pretexto para diseccionar de modo naturalista los vicios
de una sociedad. Contiene un elevado nivel de conciencia crítica. La motivación de los asesinatos
conecta con alguna debilidad humana: rabia, frustración, ansia de poder,
envidia, odio, celos, lujuria, codicia, etc. Recrea el miedo, la violencia,
la injusticia, la inseguridad y la corrupción.
La delimitación entre buenos y
malos resulta muy difusa. Sus protagonistas son individuos derrotados en busca de
una verdad o algún atisbo de ella. Sus ambientaciones se
caracterizan por la oscuridad y su lenguaje es duro, seco y
sencillo. Carece de adornos y se nutre del slang
callejero.
Las novelas de Dashiell
Hammett y Raymond
Chandler, con sus detectives Spade y
Marlowe, constituyen fuentes habituales para los guiones del cine negro.
A continuación, vamos a citar
cuatro ejemplos de novela negra:
El halcón maltés (Dashiell Hammett).
Adiós, muñeca (Raymond Chandler).
Los mares del Sur (Manuel Vázquez Montalbán).
La muerte de Amalia Sacerdote (Andrea Camilleri).
Genial
ResponderEliminarGracias por el comentario.
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