viernes, 18 de diciembre de 2020

Truco para inspirarnos

 

Es posible que muchas veces sintamos ganas de escribir, pero no sepamos acerca de qué; lo cual suele generar ansiedad. Antes de nada, debemos asegurarnos de que conocemos los elementos básicos a la hora de construir historias:

Argumento

Personajes (ficha de cada personaje)

Espacio y tiempo

Narrador y punto de vista

 

Los hechos que referimos (argumento) aparecen articulados por los personajes. Sin personajes no hay argumento. Estos hechos se ubican en el espacio y en el tiempo, y son relatados por un narrador y su punto de vista. Cabe mencionar que el narrador supone una figura diferente a la del autor. El narrador es el vehículo del que se sirve el autor para contar su argumento. El autor conoce absolutamente todo sobre su historia; sin embargo, el narrador tan solo sabe lo que su punto de vista le permite. Así, grosso modo, si nuestro narrador es un personaje llamado Ana: Ana conocerá su interioridad (sentimientos, sensaciones, emociones y pensamientos) y la exterioridad del resto de los personajes; mas no conocerá la interioridad de los otros personajes ni su propia exterioridad, salvo que se halle ante un espejo.

 

Una vez recordado lo anterior, nos lanzaremos a crear la base de nuestro argumento. Si no nos encontramos muy inspirados, podemos recurrir a un «juego» de fichas. Para ello crearemos tres montones de fichas (personajes, conflictos y resortes dramáticos).

En cada una de las fichas de personajes anotaremos un tipo de personaje (una princesa secuestrada por los enemigos de su padre, una madre viuda con tres hijos, un hombre que acaba de perder su trabajo, un niño huérfano, un mendigo, etc.).

En cada una de las fichas de conflictos¹ anotaremos uno (en el jardín de nuestro protagonista ha aterrizado una nave espacial y unos marcianos de apariencia graciosa le invitan a subir, ¿aceptará?; una mujer descubre que su marido es infiel, ¿le perdona o solicita el divorcio?; el hijo de nuestra protagonista acaba de sufrir un accidente y está en coma, ¿le deja morir o le mantiene con vida?; los hijos de nuestro protagonista y su novia no se soportan, ¿intenta aunar ambos amores o abandona a su novia?; nuestra protagonista descubre que su hijo es un asesino, ¿lo delata o lo encubre?, etc.).

En cada una de las fichas de resortes dramáticos² anotaremos uno (errores de los padres pagados por los hijos, envidia, reconocimiento de un personaje por una cicatriz, ascenso social, el hombre devorado por sus sueños, etc.).

 

¹ Conflictos: confrontaciones de fuerzas antagónicas, dilemas vitales. El personaje ha de efectuar una elección y elija lo que elija, perderá algo.

² Resortes dramáticos: temas y motivos universales que resuenan en nuestro subconsciente colectivo.

 

Ahora elegiremos tres fichas y empezaremos a trabajar nuestra historia. Para comenzar, realizaremos la ficha del personaje y después crearemos la cadena de acción o viceversa.


Ficha básica de personaje:

1. Nombre y apellidos

2. Edad

3. Sexo

4. Nacionalidad

5. Profesión

6. Clase social

7. Apariencia física

8. Carácter

9. Aficiones y costumbres

10. Lados buenos y lados malos

11. Breve biografía

 

Cadena de acción:

1. Situación inicial estancada

Situación inicial en calma.

2. Ruptura

Un acontecimiento, de la índole que sea, fractura esa calma.

3. Conflicto

La ruptura genera un conflicto y el personaje se enfrenta a un dilema vital. Tiene que efectuar una elección y elija lo que elija, perderá algo.

4. Objetivo

El conflicto provoca un objetivo. Se trata de un objetivo vital que se halla lejos y cuya consecución resulta difícil.

5. Lucha por el objetivo con obstáculos

El personaje se ve abocado a luchar para conseguir su objetivo y en esa lucha encuentra obstáculos de intensidad creciente. Cada obstáculo será más complicado que el anterior. Tras finalizar cada obstáculo (victoria o derrota): breves momentos de tranquilidad.

6. Clímax

Se trata del último y más complicado obstáculo.

7. Desenlace

Tras su lucha, el personaje habrá conseguido o no su objetivo vital.

 

Nota: Durante el desarrollo de nuestra cadena de acción iremos trabajando expectativas y expectativas falsas, con mesura, para mantener al lector entretenido.

 

Nuestro personaje será una princesa secuestrada por los enemigos de su padre.

En nuestro conflicto una nave espacial aterrizará en el jardín que circunda la torre donde se encuentra encerrada la princesa. Los extraterrestres, al descubrirla, elevarán la nave hasta su ventana y la invitarán a subir. ¿Aceptará? Curiosidad y miedo.

Nuestro resorte dramático se verificará mediante las culpas de los padres pagadas por los hijos.

¿Nos atrevemos a crear la base de una historia con estos elementos?


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