martes, 19 de febrero de 2019

¿Por qué tenemos que describir?


Una descripción consiste en una recreación sensorial y poética de la idea que pretendemos expresar. La descripción corre a cargo del narrador. 

El narrador supone el vehículo del que nos servimos, como autores, para referir el argumentoLa voz narradora describe, resume y realiza las acotaciones de los pensamientos y diálogos; siempre desde el punto de vista correcto.

Grosso modo, describiremos información que incida en el avance argumental. La descripción suele nutrirse de la recreación física de las abstracciones, sin mencionarlas. ¿Qué forma física tienen? Las mostraremos en acción.

Para analizar la forma física de las abstracciones, recurriremos a la sensorialidad:
1.  Colores y formas (vista).
2.  Ruidos, chirridos, crujidos, graznidos, aullidos, ladridos, canciones (oído).
3.  Huele a (lejía, cebolla, queso podrido, orín, rosas); hedores, perfumes (olfato).
4.  Sabe a (naranja, queso, pescado, metal); ácido, agrio, amargo, salado, soso, dulce, agridulce (gusto).
5.  Sensaciones que percibimos de cuerpos, sustancias y objetos cuando los tocamos. Pueden ser suaves, aterciopelados, sedosos, ásperos, rugosos, fríos, templados, cálidos, duros, blandos, urticantes, irritantes, cortantes, pegajosos, glutinosos (tacto). También vamos a incluir en este apartado la sensación que provoca el vaho.

Si mezclamos sensaciones, obtendremos sinestesias. 
Ejemplo: Silencio gris y pegajoso.
Silencio: oído.
Gris: vista.
Pegajoso: tacto.

Cuando describimos, creamos imágenes en la mente del lector. Describiremos informaciones que hagan avanzar el argumento; informaciones que el lector necesite ver, sentir. 
Ejemplo: Era una muchacha rubia de piel casi transparente y manos de colibrí.

En la oración anterior hemos dibujado con palabras la delicadeza de una joven sin mencionar dicho concepto. Sin embargo, si decimos: Era una muchacha delicada, estaremos creando una imagen mucho menos potente.

Atención: Evitaremos mencionar y recrear una abstracción de manera simultánea. Por lo tanto, la oración Era una delicada muchacha rubia de piel casi transparente y manos de colibrí constituiría un error estilístico.

Cuidado: Un exceso de descripciones genera un estilo pesado que abruma al lector.


Bueno, pues no nos demoramos más y damos paso a la página titulada La descripción del narrador.

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