martes, 29 de enero de 2019

Una carta, un intercambio epistolar, una egografía


La fórmula narrativa en la que vamos a encorsetar nuestro argumento es muy importante. La definiremos y no nos desviaremos de ella bajo ningún concepto.

¿Vamos a utilizar una voz narradora o diferentes voces narradoras?
¿Vamos a relatar nuestro argumento en primera o en tercera persona?
¿Vamos a injertar pasajes referidos a una segunda persona?
¿Vamos a relatar nuestro argumento desde un punto de vista o desde diferentes puntos de vista?

Así, si fuéramos a trabajar un argumento en primera persona: podríamos desarrollarlo mediante una carta, intercambio epistolar o egografía.

Si referimos el argumento mediante una carta (en primera persona destinada a una segunda persona), el receptor puede ser otro personaje o el propio lector.
Ejemplo: Donde el corazón te lleve (Susanna Tamaro).

Si referimos el argumento mediante un conjunto de cartas, los personajes se las envían unos a otros.
Ejemplo: Las amistades peligrosas (Pierre Choderlos de Laclos).

Si referimos el argumento mediante una egografía, relataremos una parcela de nuestra experiencia vital. Todo lo expresado será real, aunque podremos modificar los nombres de los personajes y lugares.
Ejemplo: También esto pasará (Milena Busquets).


Bueno, no nos demoramos más y damos paso a la página titulada Las fórmulas narrativas.

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