martes, 22 de enero de 2019

Centauros, hadas, vampiros


La fantasía refiere hechos que nunca podrían darse ni haberse dado en la realidad. Lo sobrenatural supone su fundamento.

La novela (realista, de ciencia ficción o fantástica) se centra en el hombre y sus problemas, recreando de modo artístico dicho asunto. Entonces, en el campo de la fantasía podríamos transferir  las pulsiones y los problemas humanos a criaturas como duendes, sirenas, centauros, hadas o vampiros.

A la hora de contextualizar un argumento de fantasía, seremos coherentes y tendremos en cuenta aspectos como las leyes físicas (por ejemplo, nuestros personajes viven en un planeta que recibe energía de tres soles) o la magia. Trabajaremos los rasgos característicos de la fantasía en al menos uno de los siguientes elementos: personajes, hechos o contextualizaciones.

Dentro de la novela fantástica mencionaremos la fantasía épica, el romance paranormal, la fantasía urbana y la literatura de vampiros.

1.  Fantasía épica
Las fantasías épicas narran hazañas de héroes, ubicadas en sociedades tecnológicamente atrasadas y con una fuerte presencia de la magia. Deben establecerse luchas entre las fuerzas del bien y del mal. Las fuerzas del bien estarán representadas por héroes y las fuerzas del mal aparecerán representadas mediante monstruos o cualquier tipo de criatura de carácter paranormal. Suele responder al esquema héroe/villano.

Ejemplo: La historia interminable (Michael Ende).

2.  Romance paranormal
El romance paranormal mezcla elementos realistas y sobrenaturales. Su núcleo argumental consiste en una historia de amor imposibilitada por factores que no tienen cabida en la realidad. Contiene elementos de la novela rosa combinados con elementos paranormales y su final suele ser feliz. El argumento se inserta en el presente, en un pasado no muy alejado o en un futuro próximo.

Ejemplo: Amor inmortal (Cate Tiernan).

3.  Fantasía urbana
La fantasía urbana se caracteriza por el pasado trágico o por una situación familiar complicada de los protagonistas, y se ubica en espacios urbanos. El argumento se inserta en el presente, en un pasado no muy alejado o en un futuro próximo. Fusiona elementos de la novela rosa, de la novela romántica (época del Romanticismo) y sobrenaturales. Normalmente muestra una convivencia entre humanos y seres que no tienen ninguna posibilidad de materializarse en el mundo real. El final puede ser infeliz.

Ejemplo: Tatuaje (Ana Alonso y Javier Pelegrín).

En el marco de las características de la novela del Romanticismo: vamos a señalar la inclusión de sentimientos vinculados a la melancolía y a la soledad, el subjetivismo, el amor no correspondido (que puede conducir al suicidio) y una ambientación lóbrega.

4.  Literatura de vampiros
Se trata de novelas cuyos argumentos giran en torno a estas criaturas.

Ejemplos:  Drácula (Bram Stoker), Entrevista con el vampiro (Anne Rice) y Crepúsculo (Stephenie Meyer).


Bueno, no nos demoramos más y damos paso a la página titulada Contexto de fantasía.

2 comentarios:

  1. Interesante y motivador. Aunque no me gusta la literatura de vampiros.

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