Ya sabemos cómo deberíamos crear las cadenas de acción y
los personajes. ¡Ya tenemos los pilares de nuestra novela! Sin embargo, todavía
hemos de continuar trabajando en otras muchas cuestiones. Una de ellas es la duración en la que vamos a
enmarcar el avance de nuestro argumento. Este asunto es de vital
importancia y nos ahorrará más de un dolor de cabeza si lo tenemos claro
desde el principio.
El desarrollo argumental puede ejecutarse
en unas horas o en un siglo, depende de las temáticas que vayamos a tratar y de
cómo las queramos abordar. Si el argumento va a desenvolverse en
cinco horas, seguramente su esencia se halle en las analepsis o flashbacks. Por lo tanto, si se tratara
de la historia de un anciano que está rememorando su vida: tendríamos mucho
material de diferentes épocas para construirlo.
Bueno, no nos demoramos más y damos paso a la página titulada La duración del argumento.
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