Otro aspecto importante a la
hora de trabajar una novela es el tono desde el que vamos referir el argumento. El tono no es más que la emoción principal que reflejamos
al escribir. Nos mantendremos fieles al tono elegido desde el principio
hasta el final. Podemos mezclar dos o tres tonos. Entonces, si relatáramos nuestro argumento desde una perspectiva
nostálgica con rasgos de humor negro, por ejemplo, ambas dimensiones estarían presentes desde el
principio.
Aplicaremos el tono o tonos seleccionados a la voz
narradora, actividades mentales (si las hubiera) y diálogos. No obstante,
tendremos en cuenta las opciones estilísticas y las mediremos al milímetro. Así, si dos de nuestros personajes fueran un chico joven y un anciano: ambos se expresarían con un lenguaje neutro, natural y sencillo
(acorde al tono adoptado). Pero de vez en cuando emplearían giros
lingüísticos vinculados a sus circunstancias (edad, grupo social, nivel
cultural, etc.).
A veces confundimos el tono con el estilo.
El tono consiste en la perspectiva desde la que referimos el argumento. Supone un rasgo interno
de cada novela, forma parte del qué
contamos.
El estilo, sin embargo, consiste en el conjunto de
herramientas que empleamos para materializar los argumentos.
El estilo es personal aunque poseamos rasgos de otros autores
(nuestros referentes o influencias). Supone un rasgo externo de cada
novela, forma parte del cómo lo
contamos.
En otras ocasiones pretendemos relatar una historia enfrascándola
en un tono que no es el adecuado. Esto le sucedió a Mario Vargas
Llosa cuando escribía Pantaleón y las
visitadoras. A continuación, vamos a reproducir sus palabras textuales:
Por increíble
que parezca, pervertido como yo estaba por la teoría del compromiso en su
versión sartreana, intenté al principio contar esta historia en serio. Descubrí
que era imposible, que ella exigía la burla y la carcajada. Fue una experiencia
liberadora, que me reveló —¡solo entonces!— las posibilidades del juego y el
humor en la literatura.
Bueno, no nos demoramos más y damos paso a la página
titulada El tono del argumento.
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