Antes de comenzar a preparar nuestra novela, hemos de
tener claro a qué parcela de público nos dirigiremos. No podemos escribir una novela que guste a todo el mundo. Estudiaremos qué exige nuestro receptor
potencial y se lo ofreceremos. De otra manera, no hallaremos lectores.
Escribiremos el tipo de historia que nos gusta leer. Si llevamos a cabo una novela que no «sentimos», por muy bien ejecutada que esté en fondo (qué contamos) y en forma (cómo lo
contamos), el resultado será una novela «fría». Y esto lo aprecia el lector rápidamente.
No nos dejaremos llevar por las modas y trabajaremos un texto del que «estemos enamorados». «Enamorarnos» de nuestro argumento y de nuestros personajes nos
ahorrará muchas dificultades a la hora de enfrentarnos a la preescritura, a la
realización del primer borrador y a las correcciones.
«Vivir» nuestro argumento y «meternos en la piel» de cada uno de nuestros personajes también nos ayudará cuando nos encaremos con la página en blanco.
Entonces, si vamos a escribir una novela rosa (novela realista), una novela
negra (novela realista), una novela ciberpunk (novela de ciencia ficción) o una fantasía épica (novela fantástica) revisaremos sus
características. Lo cual no quiere decir que no podamos mezclar rasgos de
diferentes clases de novela. ¡Claro que podemos!, siempre que nuestra escritura
está regida por la coherencia. Por ejemplo, si vamos a trabajar una novela rosa
con rasgos de novela negra; desarrollaremos las particularidades de ambos tipos
de novela de manera simultánea desde el principio hasta el final.
Si fuéramos a llevar a cabo una novela rosa, habríamos de conocer sus principales peculiaridades:
— Sensualidad y erotismo.
— La trama principal gira en torno a dos personas que se
enamoran y encuentran numerosas dificultades para materializar su amor.
— El final ha de ser positivo.
— Recreación de la idea de una justicia emocional innata:
los buenos reciben su recompensa y los malos son castigados.
Ejemplo: El
recuerdo de aquel día (Corín Tellado).
Si fuéramos a llevar a cabo una novela negra, habríamos de conocer sus principales peculiaridades:
— La novela negra se centra en la resolución de un crimen, aunque no supone su objetivo principal.
— Su objetivo principal reside en retratar los vicios de
una sociedad determinada, haciendo hincapié en sus aspectos más sórdidos.
— Estas novelas diseccionan un contexto de corrupción
política y moral para describir de manera naturalista la sociedad en la que
ocurrió el asesinato.
— Sus argumentos contienen una enorme carga de violencia y
sus ambientaciones se caracterizan por la oscuridad.
Ejemplo: El halcón
maltés (Dashiell Hammett).
Si fuéramos a llevar a cabo una novela ciberpunk, habríamos de conocer sus
principales peculiaridades:
— El ciberpunk suele ubicarse dentro de la ciencia ficción
de crítica social.
— Es esencialmente distópico. Una distopía consiste
en una antiutopía.
— Estas obras suelen ambientarse en un futuro próximo. Retratan la superpoblación de un mundo gobernado por grandes corporaciones, que
dominan el destino de la raza humana.
— El ciberpunk combina la alta tecnología con algún grado de desintegración social.
— La fascinación por los lujos futuristas contrasta con callejones mugrientos atestados de indigentes.
— Contiene referencias a la novela negra.
Ejemplo: Mona Lisa
acelerada (William Gibson).
Si fuéramos a llevar a cabo una fantasía épica, habríamos de conocer sus principales
peculiaridades:
— Las fantasías épicas narran hazañas de héroes ubicadas
en sociedades tecnológicamente atrasadas y con una fuerte presencia de la
magia.
— Deben establecerse luchas entre las fuerzas del bien y
del mal.
— Las fuerzas del bien estarán representadas por héroes.
— Las fuerzas del mal aparecerán representadas mediante
monstruos o cualquier tipo de criatura paranormal.
— Responden al esquema héroe/villano.
Ejemplo: Las
crónicas de Narnia (C. S. Lewis).
Bueno, no nos demoramos más y damos paso a la página
titulada El público.
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