martes, 5 de marzo de 2019

Cabecita loca I


Cuando el narrador es una primera persona: el personaje narrador puede materializar su actividad mental mediante el monólogo interior, el soliloquio y el fluir de conciencia.

El monólogo interior consiste en un diálogo, en el ámbito de la actividad mental (nivel narrativo 2), del personaje narrador consigo mismo. Esto es: un diálogo mental entre un yo 1 y un yo 2.

El soliloquio consiste en un diálogo, en el ámbito de la actividad mental (nivel narrativo 2), del personaje narrador con una segunda persona. Esto es: un diálogo mental entre un yo y un .
Esta segunda persona (tú, usted, vosotros, ustedes) puede suponer un desdoblamiento del personaje narrador, puede ser otro personaje, el lector o una persona concreta.

El fluir de conciencia consiste en una corriente libre de pensamiento, en el ámbito de la actividad mental (nivel narrativo 2). Admite la ausencia de puntuación, puntuación incorrecta y oraciones y frases inacabadas. Su objetivo radica en mostrar como nuestros pensamientos van de un lado a otro, la mayoría de las veces sin un hilo conductor lógico.

Estas tres actividades mentales se mezclan con la voz narradora (nivel narrativo 1) sin señales externas que permitan diferenciar ambos niveles. Sin embargo, nosotros, como autores, sí los distinguiremos.


Bueno, no nos demoramos más y damos paso a la página titulada La actividad mental en primera persona.

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