La utopía y la distopía suelen ubicarse dentro de la ciencia ficción de crítica social.
La utopía desarrolla un mundo idílico. Se nutre de una felicidad aparente edificada sobre la alienación. Mencionaremos como novela utópica característica. Un mundo feliz (Aldous Huxley). En ella la humanidad se ha reducido a una sociedad global dividida en castas gracias a la ingeniería genética. Todas las necesidades están satisfechas y la población consume una droga (soma) como euforizante. Sentimientos y personalidad arrasados por la tecnología.
La distopía supone una antiutopía. Retrata los males de una sociedad ficticia con base real, cuyo objetivo estriba en llevar a cabo una crítica social cáustica. Describe sociedades asoladas por todo tipo de males (inundaciones, sequías, lluvia ácida, carencia de alimentos, totalitarismos); recreando el futuro al que se dirige el ser humano.
A continuación, vamos a citar tres ejemplos de novela distópica:
1984 (George Orwell).
Fahrenheit 451 (Ray Bradbury).
Ensayo sobre la ceguera (José Saramago).
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