lunes, 22 de julio de 2019

¿Vamos al grano o nos gusta divagar?


La ficción argumental literaria se escinde básicamente en cuento, relato y novela.

Un cuento se compone de escenas y cada escena, de párrafos.

Una escena constituye una unidad de lugar, tiempo, acción y punto de vista. Cambiaremos de escena siempre que uno de estos cuatro elementos varíe. Efectuaremos el paso de una escena a otra mediante un espacio activo en blanco.

El punto y aparte delimita los párrafos.

Conformaremos el cuento a partir de la cadena de acción del protagonista, que contendrá siete eslabones con altibajos crecientes. Esta cadena de acción se erige en la trama del cuento y aparecerá en todas las escenas. La trama y el argumento coinciden.

Si el antagonista es un personaje, lo trabajaremos a través de su ficha. El antagonista (personaje o concepto) aparecerá directa o indirectamente en todas las escenas.

En un cuento no hay tramas secundarias, aunque sí aparecen personajes secundarios (trabajados por fichas). Estos personajes no harán acto de presencia en todas las escenas. El número de personajes secundarios y circunstanciales es muy reducido.

Normalmente referiremos el cuento desde una voz narradora y un punto de vista.


Un relato y una novela se componen de capítulos; los capítulos, de escenas, y las escenas, de párrafos.

Podemos conformar la cadena de acción del protagonista con catorce eslabones, con el primer o el segundo grupo de eslabones «falsos» o con siete eslabones. Los obstáculos crecientes de una cadena de acción de catorce eslabones suelen erigirse minicadenas de acciónSi el antagonista es un personaje, lo desarrollaremos mediante una cadena de acción de siete eslabones o a través de su ficha

El protagonista aparecerá en todos los capítulos. El antagonista (personaje o concepto) aparecerá directa o indirectamente en todos los capítulos.

Ejecutaremos la trama de cada personaje secundario mediante una cadena de acción de siete o cuatro eslabones o a través de una ficha de personaje. Las de cuatro eslabones comienzan por el objetivo. Las cadenas de acción de los secundarios contienen menos obstáculos que la del antagonista y sus tramas no aparecen en todos los capítulos.

En el relato hay menos personajes secundarios y circunstanciales que en la novela.

Referiremos el relato mediante una voz narradora y un punto de vista o diferentes puntos de vista. Referiremos la novela mediante una voz narradora o diferentes voces narradoras.

La novela goza de mayor extensión que el relato; pues se nutre de un número más elevado de tramas, obstáculos y personajes  secundarios y circunstanciales.


Bueno, no nos demoramos más y damos paso a la página titulada Otras cuestiones.

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